domingo, 6 de junio de 2010

Vampirismo de mowments

Hay momentos/happenings/instantes que me hacen sentir agustito...
¿Alguna vez les ha pasado que están con una persona, en una situación u observando algo y de repente sienten algo así como ternura infinita?
De esa que dan ganas de quedarse con el momento... apropiándose de él.
La acción es así: se ponen las manos al frente con los codos doblados y con tensión en la musculatura de los brazos y se cierran los dedos fuertemente quedando las manos en garras, al mismo tiempo se hace un sonido como de aaaaaahhhhhhhhggggggggghhhhhh, y la expresión facial es parecida a la de pujido leve...

La sensación es deliciosa, de querer apachurrar el instante... como si fuera una maquina de preservar momentos.

Me sucede bastante y aunque suene un poco violento no lo es para nada, aunque lo que se vea es que tengo ganas de aplastarle la cara a alguien violentamente, es en realidad un acto de suavidad, de afecto y conexión con lo que está pasando, como si yo sintiera también la sensación de bienestar que estoy observando y me la quisiera quedar...

El mejor ejemplo es cuando vemos a un bebé y nos dan ganas de tocarlo y apretarle los cachetes pero sabemos que si lo hacemos lo podemos lastimar, así que creamos un instinto de restricción que nos permite aún poder sacar parte del impulso.

El ejemplo con los niños es muy claro porque es muy normal que den muchísima ternura y ahí está el meollo del asunto: hay tanta ternura que nos gustaría apoderarnos de ella... ¡AHÍ ESTÁ... ESA ES LA RAZÓN! Es una especie de vampirismo que quiere succionar toda la ternura y momentos entrañables que tiene el mundo.

Lo que es muy gracioso es que ahora mientras lo explico pienso en cómo es la dinámica en los momentos en que me pasa y lo vuelvo a sentir... es como una droga muy deliciosísima que se queda en la sangre y cada vez que la pensamos la sensación vuelve.

La idea de todo este rollo es compartir imágenes que he guardado fotográficamente, escenas que me han despertado estas sensaciones.

Así que ya que mi mojo verbal está en huelga, voy a probar mostrar una faceta nueva del Moniqueísmo: "la conservación de ternurita". El mundo visto desde mis ojos, un mundo bastante peculiar y grandioso (que aunque todos pensemos que nuestro mundo es peculiar y especial, sé que el mío sí lo es... me lo dice mi gran ego).

De modo que a partir de este momento inauguro oficialmente "El Moniqueísmo en imágenes".

Lugar: San Sebastian
Mowment: La entrega al Sr. Sol
Vampirismo: Ese calorcito que quema la piel pero no molesta y se siente tan rico que hasta escalofríos da.

2 comentarios:

  1. "pujido leve"... despues de una descripcion tan atinada es imposible no entender la sensacion del vampirismo.

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  2. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ
    Yo sé que tu mundo es peculiar y especial (por decir lo menos) también me lo dice tu gran ego

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