lunes, 19 de abril de 2010

La Musicofilia

El viernes fui a un concierto y no pude evitar ver cada segundo al baterista del grupo: tan diestro en sus movimientos, tan dedicado, tan metido en lo suyo... mis fantasías comenzaron a dispararse... entonces, mientras observaba con una sonrisa de lado a lado, me di cuenta que no era la única, habían unas cuantas más notando todo lo que yo notaba, incluso tomando fotos del susodicho y no pude evitar pensar y reírme del hecho contundente que las mujeres nos ponemos loquitas, literalmente por los músicos.


Pregunta universal:
¿Por qué será que las mujeres ven a un músico y se les caen los calzones/bragas/pantaletas?
Hay muchas respuestas pero antes quiero hacer un breve recorrido por mi "notansana" afición por los músicos...

Todo comenzó a temprana edad con los New Kids on the Block, lo debo de asumir, ya es hora... fueron los primeros "músicos" que acapararon mi atención de una forma no tan musical y más.... ¿cómo lo podría decir? carrrrrrrrnaaaaaal...
Menudo también tuvo su lugar en mi corazón y obvio los hombres Timbiriche.

Más cercana a la adolescencia los gruncheros abarcaron mis fantasías. El rey era (y seguirá siendo) Eddy Vedder, ahí nació mi verdadero fetiche por los músicos, le siguió el vocalista de los Stone Temple Pilots, Scott Wieland y seguí, tomando objetos de muchas otras corrientes.
Alex Lora tuvo su gran lugar en mi corazón. Y no me importaba que fuera feo pues era un roquero de hueso colorado y eso.... bueno... gusta, gusta mucho.

Luego me fui a los de carne y hueso... mi amiguito Jorge Lan tuvo su momento, cuando tocaba sus rocksillos en La Diabla y tenía el pelo largo. Incluso otros conocidos tuvieron su momento.
Entonces descubrí que era maravilloso ir a toquines y enamorarse de los músicos... siempre había algún guapete por ahí.

Una época estuve obsesionada con un jazzista que vi en el Zinco: esa manera de tocar el contrabajo... no tengo palabras para explicar la experiencia que fue verlo.

En algún momento me gustaron también los muuuuuy fanáticos de la música, los que no son realmente roqueros pero les hubiera gustado serlo... (le dan más o menos al air guitar y con eso es suficiente), se sabe bien que en épocas de desesperanza cualquier bolillo es torta.

Es un fenómeno muy interesante, porque ahora hablo de mí, pero me vienen a la cabeza muchas mujeres que conozco que han tenido sus pasiones/obsesiones/enamoramientos/enculamientos con músicos, de modo que es algo universal... y digno de ser analizado.

Hay muchas razones por las que a una mujer le gusta un músico (especificamente un roquero), o por lo menos a mí:
1) Es sensualidad pura.
2) La pasión en lo que hacen.
3) Ver tocar el instrumento con tanta dedicación, como si no existiera nada más.
4) La habilidad (destreza) de movimiento.
5) La fantasía de ser su musa.
6) Se ven muy bien.
7) Son admirados por muchas/os más... o sea, hay competencia.
8) A veces, todo comienza por un misterio.
9) Hay algo tan importante en sus vidas, que una nunca será la prioridad y siendo hija de la mala vida, debo de aceptar que me gusta que me ignoren (un poco sólo...¡pero lo estoy tratando de trabajar!).
10) Me encanta un hombre con pasiones locas y ciegas.

Lo gracioso es que siempre he dicho que me fascinan los músicos y nunca he estado con alguno, es como si me gustaran sólo para admirarlos... rollo groupy tímida, de las que ve sólo a la distancia suspirando e imaginando.



martes, 6 de abril de 2010

La deficiencia de las señales



Estoy de regreso. Justifico mi ausencia con unas breves pero grandes vacaciones.
Todo comenzó con la intención de aprovechar los pocos pesos que poseo en mi haber y conocer algún sitio mágico de México, irme por ahí a tomar fotos, salir del D.F. que más de una vez a la semana asfixia.

-Se acercan los días santos y nunca he estado en una peregrinación... éste año será, pero lo quiero hacer en serio... mmmmmm y ¿si me voy a Iztapalapa? podría ser... crucificciones de las de adevis... coronas de espinas... sangre... mmmm, no, ayrontinksow...

Busco en internet: Michoacan, San Luis Potosí... luego escucho en las noticias terribles historias sobre narcotraficantes que hacen retenes en las carreteras y asesinan a inocentes....
Tal vez sea mejor idea quedarme... ¡NO! no cederé al terror... mejor me voy a algún lugar cercano... Puebla... Puebla it is...

- ¿Con quién? Opción 1: "No puedo, ya tengo planes"... Opción 2: "mmmmm tengo trabajo"... tres: "creo que si... o no... o si... o no..." 4,5,6: "Noooooowp"... Jooooodeeeeeeeeer, a la chingada me voy sola.

En el último momento Cecimihermana (no es error, así se llama, cecimihermana todo junto) me dice que ella viene, con sus hijos..."¿yey?"
Me siento confundida, ¿es la vacación que quiero? Pero finalmente termino emocionándome y el viaje resulta ser mucho, mucho mejor de lo que me esperaba.

Pero a lo que iba...

Estuvimos cinco días en tierras poblanas, lo que no quiere decir que sólo hayamos estado en Puebla. Visitamos varios lugares a no más de hora y media del centro de Puebla: Cholula, Tlaxcala, Cacaxtla (jijijiji ¡fui a Cacaxtla realmente!... para los que no entiendan, cuando uno dice que va a cacaxtla sin ir al lugar geográfico, se refiere a que está yendo a cubrir necesidades de evacuación de deshechos fecales, de modo que ir a Cacaxtla de verdad es gracioso... para mí... que tiendo a ser un poco freak).

A lo largo del viaje me di cuenta que mi país tiene una deficiencia en cuanto a señalizaciones. Te indican cómo llegar a un lugar con un gran letrero verde con letras blancas y cuando crees que podrías ir por buen camino, te cambian la información o llegas a un callejón sin salida o te encuentras llegando a otro lugar, preguntas a un taxista si vas bien y te dice "uuuuuuuuuy güerita está bien lejos..."

Así que en medio de las desesperaciones se nos ocurrió que debería de haber una campaña de recuperación de las señales perdidas, se llamaría "La campaña de recuperación de las señales perdidas" jajajaja...
Cada vez que alguien se da cuenta que una señal es equivocada llama a una hot-line a informar, entonces los inspectores de las señales toman cartas en el asunto.
Pero dadas las circunstancias del país en donde por lo regular estas cosas no funcionan bien, los ciudadanos somos los que debemos de actuar y cuando la señal es equivocada habría que pegarle una cartulina encima que diga "¡Esto no es verdad!" con una flecha que señale la información.

Aunque poner cartulinas hechas por los ciudadanos a veces tampoco funciona, lo que pasa es que ya estamos contaminados por la deficiencia, y para muestra basta un botón.

La foto nos la encontramos subiendo una iglesia en Cholula y realmente quedé confundida. ¿Es esto una burla, acaso un sarcasmo?